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Vuelven mis pasos sobre los errores

ligero roce de mis plantas sobre camalotes,

respiro añejos equívocos

mis heridas comienzan a sanar.

*

Mis niños de espejo danzan

a mi alrededor levantan polvareda,

mi espíritu guardián de mis ideas

intenta defenderme y logra lo contrario.

*

Mis ojos toleran la arena vidriada

me adentro en las tormentas infinitas del ayer,

con las manos desnudas desato las ventiscas

aquellas que mancillan desde antaño mis entrañas.

*

En este pecho de corazón hirviendo

brotan las tempestades desde siempre,

mis manos eligen ya las velas

trazando las rutas marinas de mi deseo,

ya no viajo de noche en los desiertos.

Distancia


Me aturde la distancia y el silencio

no puedo beber la miel que liban tus labios,

el mundo teme por tu falta

la única ausencia que imploro se interrumpa.

*

Recuerda, limítate a las suposiciones

lo que late en mi tan fuerte

rompe cualquier impedimento,

tu lugar, el mío, recuérdalos.

*

Mis ojos buscan incluso hasta la efímera

señal de tus deseos o mensajes,

una luz, una brisa,

cualquiera de estos es mi alimento.

*

Intentaré olvidar las precauciones

sabiendo que algo mal en esto hago,

mis sueños duermen en tu almohada

no fuerzo las ganas que no tengo de olvidarte.

Impertinente añoranza


Y aunque lo intento

soy incapaz,

aquí no cuajan las cuestiones

del tipo que se esfuerza,

ni incluso voluntades.

*

No puedo separarme

de los sentidos profundos,

del latir cotidiano exagerado,

de las pasiones vanales para el mundo

del amor por los seres como antes.

*

Anquilosado cada día

el espíritu encadenado me rodea,

araña irresoluto mi figura

y clama en su universo de lamentos.

*

Mis ojos ven algo que no existe.

De las partidas


La mirada imbatible

derrumba mi coartada,

es así, te observo

te extraño y te deseo.

*

Mi corazón late pidiendo

saber si en mi tu piensas,

¿Será que mi dibujo

ya ni sombra contornea?

*

Se desprende apesadumbrado

el recuerdo del bolsillo del alma,

el abrigo del corazón herido

el recuerdo de la vuelta a la soledad.

*

Así te vas, ligera

y entre mis ojos tu partida borrosa,

eterna pues en mi

el adiós transcurre infinito.

 

La nueva visión


Sopló sobre mis ojos,

impregnó estos de fugaz visión

¡Oh, quien pudiera ver así eternamente!

*

Lo vi

petulante en la cima de sus verdades,

desnudo en sus espaldas.

*

Desdoblar el espacio

y ser ajeno a la vergüenza,

algo efímero y de nuevo aquí.

*

Belerofonte rapaz vuela

sobre la cuna de mis temores,

se precipita sobre mi.

*

Me intimida su historia

su pasado me indica lo correcto,

me dispongo a sangrar el veneno.

*

Sobre mi máximo sitio reposo

acuno mis manías,

ansío las nuevas respuestas.

La verdad y la muerte. Pt.2


Yo desconozco

la sensación continua

de la sangre calma,

de la mente tan tibia.

*

De todos los días

casi todos en mi vida,

la lágrima amenaza su escape

con esa cotidiana presión sobre mis ojos.

*

¿Tendré enferma la vista?

que la melancolía acurrucada

se me duerme en el cuello

y amanece en mi espalda.

*

Tal vez enferma esta mi vida

tal vez enferma está la vida,

y virulento se pasea el espectro corrupto,

parido de la humanidad misma,

antiguos dioses de carnes podridas

que nos gobiernan desde ultratumba

injusto sucede desde antes de vivir.

Lo que realmente es.


Si pudiéramos ser

lo que realmente somos,

la verdad que se yergue

se desplomaría.

*

Si pudiera usted ser

lo que le oculta al mundo,

lo depravado el agua

y hasta lo impío a todos

le quedaría chico.

*

Si todo comenzara ahora

mientras sus ojos corren estas letras,

haría un lado los libros, lo sacro,

obligaría a mis ojos somnolientos

a perseguir su sombra,

su verdadera historia.

El campo gris.


Nuestras hojas de otoño

despellejadas en verano,

el olvido punzante cala su forma

reseca y quebradiza, sin vida.

*

El campo llano advierte

no habrá cosecha,

las semillas vuelan

sobre la piedra mueren.

*

Los surcos y el terreno arcilloso

dan el mensaje claro,

el trigo muerto la luna alumbra,

con su inocente y pálida luz espectral.

*

Los últimos brotes

arrancados en la tarde de ayer

presagian,

olvido, recuerdos y claveles.

*

Si sus ojos frotaran esa imagen,

detengase a un costado,

contemple y alimente

fantasmas que aguardan,

la historia que no fue.

El banquete


La enfermiza dosis

que me aplica el mundo,

duplica el volumen

y refuerza la carga.

*

Deshago forzado

latentes impulsos,

y entiendo que el mundo

perverso me prueba.

*

La sed y la sombra,

la sal y las gotas,

la fuerza y difícil

frenar de mis ansias.

*

Hay quien me comprende

y es quien me permite,

sus reglas son simples

aguardo el minuto, la hora, el segundo.

*

Desgarra mi mente los hilos que impiden,

lo opíparo en frente

de mis ojos ávidos,

transmiten sabores futuros con exactitud.

Mis disculpas


Perdón por las ausencias

tal vez un par de ojos

extrañan la apariencia,

del trazo delator, corazón rojo.

*

De rojo porque sangra

por fuera algo se escapa,

y cuenta de la amarga

pregunta que me atrapa.

*

Quisiera más que muchos

guiar en las penumbras,

aquellos que perdidos

la ausencia de esperanzas

esperan reencontrar en las mañanas.