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Vuelven mis pasos sobre los errores

ligero roce de mis plantas sobre camalotes,

respiro añejos equívocos

mis heridas comienzan a sanar.

*

Mis niños de espejo danzan

a mi alrededor levantan polvareda,

mi espíritu guardián de mis ideas

intenta defenderme y logra lo contrario.

*

Mis ojos toleran la arena vidriada

me adentro en las tormentas infinitas del ayer,

con las manos desnudas desato las ventiscas

aquellas que mancillan desde antaño mis entrañas.

*

En este pecho de corazón hirviendo

brotan las tempestades desde siempre,

mis manos eligen ya las velas

trazando las rutas marinas de mi deseo,

ya no viajo de noche en los desiertos.

Publicado por

danyvaiwithjoe

Músico, garabateador de frases...

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