La enfermiza dosis
que me aplica el mundo,
duplica el volumen
y refuerza la carga.
*
Deshago forzado
latentes impulsos,
y entiendo que el mundo
perverso me prueba.
*
La sed y la sombra,
la sal y las gotas,
la fuerza y difícil
frenar de mis ansias.
*
Hay quien me comprende
y es quien me permite,
sus reglas son simples
aguardo el minuto, la hora, el segundo.
*
Desgarra mi mente los hilos que impiden,
lo opíparo en frente
de mis ojos ávidos,
transmiten sabores futuros con exactitud.