Helena


Escribo para amontonar letras

para que cada palabra superpuesta

forme una pirámide de verborragia crónica,

que esta pila de verbos angustiosos tambalee,

desborde y corra como alud pendiente abajo.

*

Que a cada trazo se incremente su potencia,

supere el caudal e inunde las casas de la zona

hasta que lleguen al lugar correcto (seguiré escribiendo).

*

La vertiginosa fila de hoplitas gramaticales

empujen y derriben los candados, portones y seguros,

que su repentina invasión dibuje en tus paredes

como el relato de aquellos doce trabajos ancestrales,

que se lea el vacío, el anhelo, el dolor y el amor

en la prosa mas hermosa y atrapante,

que al menos cuando muera

me acompañe el poema de la vida que quise.

Confesión N° 65


¿Tanto por decir?
¿En qué momento las palabras
se amontonaron en el galpón vacío
que alguna vez sano bailaba su espacio
con los silbidos de la distracción y la quietud?

*
Mis cajones rebalsan de biromes y lápices,
algunos secos, quebrados,
algunas manchas de tinta que reventaron por la espera
no pudieron ser mensaje,
ni siquiera una letra,
ni siquiera mentiras.

*

¿En qué momento amontoné silencios?
Perdóname mi cuerpo yo no sabía de tu soledad
yo nunca supe que sólo te dejaba,
tal vez quise cuidarte de los horrores y del mundo,
de la muerte de ideas,
te cultivé en la fantasía,
crecimos juntos en la mentira
y me hice responsable de ocultártelo todo.

*

El cuerpo (Detalle y anexo)

Yo te empujé a los destinos
soy quién conduce la conciencia,
yo di las direcciones origen del desvío,
tu fiel me acompañaste,
soportando los golpes, las caídas,
te culpé, no voy a desdecirlo,
tu final es certero
descansar de éste suelo,
recordar quién te quiso.

Del camino y lo que esperas.


Quizás tanto esperar

nos dé un final inesperado,

dependerá su encanto

de lo pasado.

*

Si han florecido sus palabras

aquellas almas libarán la esencia,

su dulce sabor; si lo es,

despertará ese sitio sepulto acarreado.

*

Y aunque injusto le parezca

esto nada le asegura,

cada cual izquierda o derecha

los caminos se conforman de ladrillos

los méritos adornos para un final sin luz.

 

Lo voy a lograr


Hay una parte perdida

que siento necesito,

gira en falso el mecanismo

y drena mi potencia.

*

El deseo no alcanza

es mirar por la ventana,

es quedarse dentro

esperando el día que no existe.

*

Cadenas etéreas me abrazan

mis hombros las cargan,

todo se rezaga indescriptible

y lastimoso el resultado.

*

Mis palabras como miel

se cuelan en mis oídos,

caen por el centro vacío de mi alma

y no me dicen nada.

De mis palabras


De mis palabras prostitutas me arrepiento,

pues se sueltan sin freno y sin dudarlo,

aun sabiendo que alguien las controla,

intentan como sea cruzar la noche

y despertar sabiendo que esto acaba.

*

De mis pesares soy el dueño, sin quererlo,

por la estúpida suerte de mi vida,

de las cosas pasadas que moldearon

esta forma segura de percibir el resto

y es la pesada carga de preguntas

que me obliga por terco a no doblarme,

erguido como puedo me mantengo

entre la infamia y la utopía del día.

Ciencias n° 1


—Poco se sabe de la materia que circula en cada mundo, aunque la ventana a ellos, semicircular, parpadee en el segundo donde lentes biológicos coinciden, su lectura es pobre, incluso la lengua más instruida es incapaz de acomodar las palabras que dibujen aquello que ansían discernir.—

El lugar de las cosas


Los dedos en la piel,

los dedos en el vidrio,

los ojos en el brillo

los ojos en sus ojos.

*

Las palabras de la boca,

las palabras que se borran,

los besos al espejo,

los labios que se secan.

*

El sonido de tu voz

conversación,

el sonido de los «beeps»

siguen sin vos.

*

Aquellos atrapados

en el limbo mediante,

observan.

*

Taciturnos, pensantes,

nostálgicos, recuerdan,

esa rara costumbre de mirarse,

esa antigua manía de besarse.

Tinta del alma


El torrente gramático

todo lo inunda y lo recorre,

la destreza de tomarlas recae

en el guardián de las corrientes,

quién retiene las posibles y cercanas

palabras,

expuestas por la inconsciencia,

que recrea irrefrenable

los hechos surgidos por la cronicidad violenta

de aquello similar a la vida,

de lo residual que explota y se dispara

a veces en poesía,

a veces en el nudo

aquel que deja sin aire a la memoria,

al espíritu, esperanzas.

Otra vez tú. (Desvelo)


De todos los sueños

el tuyo es eterno,

se grabó en mis ojos

la aguja, el minuto, lo vívido.

*

Quiero todo lo que esta mal

un lugar escondido, inusual,

porque allí nadie puede escuchar

las palabras que se dicen de más.

*

El pudor cobarde

antagonía del latido,

si negar se desusa

no existirían más excusas.

*

La sangre corre

el tiempo escaso,

la suerte finita

no conoce este lado.

Dime si puedo.


Si supieras lo que guarda mi piel,

lo que se lee en mi ojos,

lo que guardan mis huesos,

¿Te quedarías allí?

*

Tengo el defecto de decir

decirte todo lo que siento,

¿Has conocido más así,

o solo yo soy el que lo ha fallado?

*

La verdad es la ilusión,

el supuesto orden correcto

en que la boca suelta las palabras,

 

Y el mensaje se oxida

al contacto del aire,

la mentira es involuntaria

sin excepciones

siempre es mentira bajo algún cristal.