¿Alguna vez te has despertado
víctima de la arena y el viento salado?
dejé las ventanas abiertas
se que la mañana te habrá llamado,
desde la costa proveerán mis manos
con el sol a cuesta empujaré la puerta,
a la espera del correrío y el desorden
con los brazos abiertos lo atraparé
un ángel cautivo pero voluntario,
el tan alucinado por tus ojos como yo.
*
En silencio mi tiempo irá pasando
mis ojos guardianes intentarán seguirlos desde prudente distancia,
y en nulas palabras contemplaré
mi mundo mudo volverá;
como al principio,
a un universo infinito de sentidos.