Existe un lugar artificioso
que se diseña en lineamientos,
librados como la madre que ha parido,
con dolor, con miedo y desesperación.
*
Adolece de calor humano
aunque su helada sala no es mortal,
quita del cuerpo fuerzas
sin importar lo que ha vencido.
*
Problema malísimo
saber que lo visito
en ciertas ocasiones,
allí se encuentra la energía contenida,
las ganas reprimidas,
las tantas negaciones,
rodeadas de las incomprensiones
que susurran en la oscuridad,
“Se doblegaran las piernas de cualquier voluntad,
las de tu voluntad.”
*
Y es en la escarcha
con las manos sangrantes que separo,
el polvo gélido de las memorias,
buscando complacer esa ansiedad
que desmorona a cada paso mi camino.
*
Es casi mutilante imaginar
el futuro de no resolver esto,
pero desde aquí,
tal vez nada importe
y engulla con la voraz fulminación
la rosa de espinas resurgentes,
derretirla en las entrañas
con el bramar estomacal del odio y celosía,
faltante es, el vómito desagradable en el baldío de la memoria
donde cada uno de nosotros enterramos los cuerpos,
aquellas experiencias que degollamos con la indiferencia o el olvido.